La PNP-AFP pagará por la masacre cobarde y brutal en Casiguran 4
Carlito Cada, Portavoz
NPA-Camarines Norte (Comando Armando Catapia)
4 de agosto de 2017
El Comando Armando Catapia (ACC)-NPA Camarines Norte muestra sus condolencias a la familia y amigos de los dos compañeros del NPA Andrés «Ka Magno/Ka Carlo» Hubilla y Miguel «Ka Billy» Himor del Comando Celso Minguez (NPA-Sorsogon), y los dos civiles Arnel Borres y Dick Laura. El ACC hace suyo el juramento del Partido Comunista de Filipinas de exigir justicia por la cobarde y brutal matanza.
El pasado 28 de julio, fuerzas combinadas de la Seguridad Pública de Rescate de la Policía de Sorsogon (SPPSC), 96º Inteligencia Militar y Operaciones de Combate (MICO)-PA, 31ª IBPA y 22ª IBPA asaltaron el lugar de descanso temporal de los dos miembros de NPA en Sitio Namoro, Brgy. Trece Martirez, Casiguran, Sorsogon. Ka Carlo pudo responder pero se dejó su arma de fuego. Fue capturado y asesinado. Ka Billy y los dos testigos civiles también fueron capturados y asesinados. De acuerdo con los residentes y las misiones de investigación iniciadas, no había otras unidades NPA en la zona, y no se produjo ningún enfrentamiento, refutando la declaración de la PNP-AFP de que lucharon con 30 elementos del NPA.
Se trata de una clara violación del Acuerdo General sobre el Respeto de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario (CARHRIHL). Los dos miembros de la NPA ya estaban cautivos, desarmados y, por lo tanto, incapaces de luchar y debían haber sido tratados como fuera de combate, con el derecho básico a la vida. Su asesinato, junto con los asesinatos de los 2 testigos civiles, es un delito y una evidencia de la cobardía y brutalidad de la AFP (ejército) y la PNP (policía). Nada bueno puede esperarse de aquellos que luchan sin principios, más aún cuando son incitados por su rabioso Presidente a matar, en lugar de arrestar, al NPA.
Ka Carlo es conocido por las masas y camaradas como un humilde cuadro revolucionario. Un antiguo profesor de profesión, le encantaba debatir, incluso con otros presos cuando estaba encarcelado. Con frecuencia llamado «Pay Carlo» (Padre Carlo) por las masas y compañeros con quienes vivía y a quienes guiaba, su cuerpo menudo ocultaba que era uno de los pilares del movimiento en Sorsogon.
Los perros rabiosos de la AFP y la PNP se equivocan al pensar que esto debilitará al movimiento revolucionario. Si conocen a su enemigo, deben saber que cada muerte y asesinato de un revolucionario, especialmente uno tan cobarde y brutal como la masacre de Casigurán 4, recluta más combatientes para el NPA y añade fervor y fuego a la lucha de las fuerzas revolucionarias.