Duterte exige la rendición del NPA a través de un alto el fuego mientras libra una guerra total
Oficina de Información | Partido Comunista de Filipinas
9 de septiembre de 2017
- La exigencia de Duterte de un alto el fuego del NPA mientras las AFP llevan a cabo la guerra total como condición previa para las conversaciones de paz es una exigencia de rendición. Esto es inaceptable. ¿Realmente Duterte toma por tontos a las fuerzas revolucionarias?
- Duterte ha perdido toda base moral para hacer tal exigencia. Recordemos que el NPA declaró un alto el fuego el 19 de agosto de 2016, que duró cerca de 160 días como respuesta al compromiso firmado por Duterte de liberar a unos 500 presos políticos a través de una proclamación de amnistía. Duterte, sin embargo, desperdició la buena voluntad del NDFP al no cumplir su compromiso y aprovechó el alto el fuego del NPA para desplegar a sus soldados y dirigir ofensivas militares.
- Frente al gobierno tiránico de Duterte y la triple guerra, el pueblo reclama al NPA que aumente más y más las ofensivas tácticas. Las victorias del ejército popular inspiran resistencia en medio de las matanzas generalizadas y el clima de temor impuesto por el régimen de Duterte.
- El NPA lanza ofensivas tácticas para rendir cuentas al régimen de Duterte y sus soldados y policías por los miles y miles de asesinatos del «Oplan Tokhang» (Plan de Persuasión), los contínuos asesinatos de campesinos, minorías nacionales y jóvenes, la ocupación militar de comunidades civiles, bombardeos aéreos y terrestres, la cuasi-genocida guerra contra los Maranaos de Marawi, arrestos arbitrarios y detenciones, etc…
- Como se demostró en el pasado, las negociaciones entre el NDFP y el GRP pueden avanzar y progresar incluso cuando la guerra civil estalla. Por cuestión de principios, las fuerzas revolucionarias permanecen abiertas a las negociaciones como medio para lograr una paz justa y duradera, incluso mientras libra la guerra popular, dirige ofensivas tácticas y afronta la guerra total del «Oplan Kapayapaan» (Plan de paz) del régimen de Estados Unidos-Duterte. Las negociaciones NDFP-GRP, sin embargo, no pueden ser fructíferas mientras Duterte siga obsesionado con el «Oplan Kapayapaan» y exija la capitulación del NPA.
- El pueblo filipino y sus fuerzas revolucionarias han librado cerca de cincuenta años de guerra popular. No se cansan. Están determinados como siempre a hacer la revolución porque buscan poner fin a los insoportables sufrimientos de los trabajadores y campesinos bajo el sistema opresivo y explotador.
- Duterte amenaza con librar cincuenta años más de guerra contrarrevolucionaria. Por lo que se ve, Duterte ni siquiera puede hacer durar su mandato. Ha despertado la ira del pueblo filipino y él mismo es la causa de su creciente aislamiento. El movimiento revolucionario seguramente durará más que el régimen de Estados Unidos-Duterte.