Folleto «No te destruyas a ti mismo, ¡destruye a tu enemigo!»
Hacia finales de 2015 comenzamos nuestra campaña «No te destruyas a ti mismo, ¡destruye a tu enemigo!» mediante miles de folletos y carteles contra las drogas y la degeneración de la juventud bajo el imperialismo. El folleto original -en alemán- se puede visualizar online o descargar en formato PDF.
Hemos resumido y publicado los diferentes textos:
¡Nuestra ciudad, nuestras vidas, nuestras reglas!
Nuestro Berlín, la ciudad donde vivimos, donde trabajamos, donde vamos a la escuela, donde hacemos amigos y vamos de fiesta; una ciudad con muchas contradicciones, vecindarios enteros caracterizados por la pobreza y la ruína. Padres que tienen que trabajar de sol a sol para alimentar a la familia y del otro lado los vagos; ricos, turistas y hipsters. Hoteles lujosos y clubes mundialmente famosos, donde puedes olvidar y reprimir los problemas de la vida diaria por una noche. Y en la inmensa mayoría de los casos todo tipo de drogas, normalmente basura química esnifada por la nariz de los críos más jóvenes.
¿Pero porqué sucede todo esto? ¿Porqué hay ahí tanta gente -jóvenes, la mayoría- fumando, esnifando o tomando algo, aún sabiendo que están dañando su cuerpo y su mente y destruyéndolos en todo momento? Todo el mundo sabe que esta mierda es adictiva y la mayoría de la gente sabe, bien por experiencia personal, bien por la familia o amigos -la mayoría a través de la escuela- historias de crackers paranoicos, chalados del LSD, víctimas de «drogofiestas» mentalmente rotos y adictos al speed con los dientes roídos. La intoxicación aparentemente atractiva y la ingenua suposición de que «eso a mi no me va a pasar» no pueden ser el único motivo por el que tantos consumen ese veneno, y aparte gastando en ello una gran cantidad de dinero.
Las drogas nos permiten olvidar y crear una falsa realidad. Este es un hecho con el que todo consumidor de droga estaría de acuerdo, pero es lo que la mayoría de ellos desean. Quieren olvidar y reprimir los problemas y preocupaciones de la vida diaria en este sistema enfermo, aunque solo sea por una noche o un fin de semana, ya sea por estrés en la familia, problemas escolares o la explotación diaria en la fábrica, empresa u oficina. Y eso es exactamente lo que lo hace tan atractivo para tana gente. Algunos lo hacen conscientemente por este motivo, otros no. Por tanto, las drogas más baratas son, especialmente en las zonas más explotadas y oprimidas de la población, un gran problema para el proletariado y las amplias masas populares.
No obstante, no importa la frecuencia con que tratemos de olvidar o reprimir estos problemas, persistirán y aún se harán más grandes. En este caso, depende de cada uno de nosotros. Parece ser la forma más fácil, colocarse y adormecerse cada fin de semana hasta el punto de quedar inconsciente. Y luego esperamos la próxima intoxicación durante la siguiente semana laboral en lugar de enfrentarnos a nuestras responsabilidades y deberes que tenemos en nuestras vidas.
¡Pero esta aparente «libertad» no es nada más que una ilusión y un autoengaño! Es la clase dominante la que nos dificulta la vida todos los días. Y esto es con lo que ellos -patrones, políticos, el estado- se regocijan y se ríen. Pero, ¿por qué? Para ellos es positivo cuando las masas se colocan y cuando hay posibilidades de eliminar los problemas que produce su averiado sistema mediante el uso de drogas en lugar de que hagan pagar a los responsables, se defiendan y combatan este sistema. Los gobernantes no necesitan temer a aquellos que huyen a la intoxicación porque así son fáciles de controlar.
«Porque la guerra contra las drogas es sólo una guerra contra nosotros
y el momento equivocado para darse cuenta es cuando estás bajo sus garras»
Dead Prez – Can’t sell dope forever
Cuando estos hipócritas hablan de «guerra contra las drogas» no es más que una burda mentira porque están mano a mano con esas estructuras criminales que controlan la producción y comercian con drogas a gran escala. En parte por la participación directa de las estructuras estatales en las bandas de narcotraficantes, como es el caso de muchos regímenes en Sudamérica que están estrechamente relacionados con los EEUU, y en parte, garantizando a estas bandas acceso a ciertas regiones o distritos de la ciudad. Esas zonas en donde las fuerzas revolucionarias se oponen seriamente al sistema, y a veces conducidas a una verdadera angustia, son especialmente duras. Así, la mayoría de los distritos negros en las grandes ciudades de EEUU donde las organizaciones revolucionarias como el Partido Pantera Negra habían construido una sólida base de masas en la lucha contra la opresión racista y colonial del imperialismo estadounidense a finales de la década de 1960 y en la década de 1970 se convirtió en un nido de adictos al crack y en un campo de batalla de rivalidades entre narcotraficantes durante los años ochenta. Todo esto ante la mirada satisfecha del gobierno de los Estados Unidos y también con su ayuda activa. Otro ejemplo: la metrópoli turca de Estambul. En Estambul, el estado fascista ignora las actividades de las bandas de narcotraficantes en los distritos obreros más pobres que están controlados por las diversas fuerzas revolucionarias. Los enfrentamientos armados con las bandas causaron así varias muertes entre los revolucionarios.
Además de este apoyo, tanto abierto como encubierto, a la drogodelincuencia, los imperialistas y sus manipuladores también se benefician de la «guerra contra las drogas» que han reclamado. Con esta justificación, ha sido posible que el estado intensifique la persecución de gente que ha luchado contra el Estado burgués durante décadas. Por ejemplo, mediante una mayor presencia de las fuerzas policiales en los distritos obreros o incluso medidas de supervisión técnica perfeccionadas. Estas medidas son, mayormente, sobre aquellos que de cualquier manera no poseen nada en este sistema: el proletariado y las masas populares, que de esta manera deben ser evitadas en la lucha revolucionaria.
Aquí no queremos dar un sermón. Lo que queremos es una juventud militante que no soporte el desorden de los imperialistas. Para esto, se necesita una juventud en buena forma física y mental que no dependa de los ‘subidones’ generados artificialmente y su pretendida sensación de libertad individual. Las drogas nos permiten pensar que todo es posible para el individuo. Pero las verdaderas oportunidades surgen a través de los valores de nuestra clase, el proletariado: ¡Constancia, coherencia y solidaridad!
Si nos damos cuenta de que estamos a punto de ser apartados de nuestros barrios, de que las reglas con las que tenemos que vivir están dictadas desde arriba y que no podemos vivir felices a pesar del duro trabajo, no podemos simplemente observar como todo esto ocurre. Siempre ha sido así y esta rebelión corre en nuestras venas.
¡La libertad solo se consigue a través de la lucha común!
La libertad a través de la intoxicación es solo autoengaño:
¡Defiéndete y lucha contra este sistema!
El sistema está averiado. ¡No te vengas abajo!
«Deberíamos ser esforzados esclavos,
deberíamos ser obedientes,
no tener nada y no decir nada.
Nuestra respuesta: ¡No!
(…)Política significa traición y mentiras
de cerdos alimentados a base de grasa
con trajes hechos a medida.
¿Unidad, justicia y libertad?
No, hipocresía, injusticia y cobardía»
– Fard & Snaga – Talion 45
Echemos un vistazo a la sociedad en la que vivimos y al tipo de personas que produce este sistema averiado, ya sea una escoria humana como el abusador infantil Silvio S., asesino de Mohammed y Elias, o el cerdo nazi Christoph S., quien meó sobre dos niños inmigrantes en el tren o en la gran cantidad de yonquis en Kottbusser Tor en Kreuzberg, Berlín o la gran cantidad de críos hipster drogados en la calle Warschauer. Estos son solo algunos ejemplos del tipo de personas que produce este sistema.
¿Y qué nos cuentan a diario? ¿Qué tipo de tonterías nos aportan y sobre todo, qué intereses hay detrás de esto?
¡Estos no son nuestros valores!
«Vivo en un mundo en el que eres un puto envidioso,
tu patrón es un amigo y tu vecino tu enemigo,
quien está satisfecho con cerveza de trigo y pan,
aquí la honestidad se castiga pero la mezquindad se recompensa»
– Bosca – In einer Welt (En un mundo)
En una etapa temprana intentamos interiorizar los valores y normas aparentemente importantes de esta sociedad. A pesar de los términos habituales de «tolerancia» y «humanidad», la realidad demuestra qué «valores» son realmente importantes en este sistema. Nos dicen que toda persona puede «conseguirlo» si él o ella simplemente trabaja lo suficiente. «Conseguirlo» no significa más que sacar el máximo provecho de tus intereses personales dentro del sistema para no perecer en él. Incluso si las estadísticas demuestran lo contrario, por ejemplo, cuando se trata de oportunidades de progreso y éxito para los niños de familias de clase trabajadora corriente -especialmente inmigrantes- en comparación con los niños cuyos padres poseen estudios.
En este sistema, está claro que no todos pueden conseguirlo, de otra forma la inmensa mayoría de personas no tendría que vender su fuerza de trabajo en condiciones aún más jodidas para mantenerse vivas y alimentar a sus familias, mientras que hay una pequeña cantidad de explotadores sentados al mando que solo ocupan su lugar permitiendo que otras personas trabajen para lucrarse a sí mismas y para beneficio de las empresas.
Lo que pretenden transmitirnos con sus mentiras es que aquí cada uno de nosotros parece estar interesado únicamente en poder llegar a la cumbre como individuo con el objetivo de alcanzar una posición lo más alta posible. Incluso en la escuela somos criados con pensamiento competitivo y egoísmo; para convertirnos en personas de mente simple que solo puedan llegar a «su objetivo» a través de la mentalidad de avanzar a codazos.
No es que nosotros, como alumnos, estudiantes, trabajadores y desempleados -como oprimidos y explotados- no estemos interesados en un objetivo común. Tenemos un objetivo e interés común que es no seguir siendo explotados y no seguir siendo esclavos.
Otros de los llamados «valores» que aquí nos enseñaron son la subordinación y la obediencia ciega a los superiores, el estado, sus leyes y sus secuaces. En resumen, deberíamos someternos a este sistema y a todos sus instrumentos e incluso callarnos si no nos gusta. Si no hacemos eso, policías, fiscales y agencias de inteligencia nos darán caza.
Entonces, lo que deberíamos ver y tener claro es que sólo se nos otorgan los valores que sirven a este sistema averiado siendo necesarios para mantenerlo vivo.
«Utilizaron nuestro miedo para crear el enemigo colectivo,
pero tu hermano era el enemigo, resultado: sufrimiento colectivo».
– B-Lash – Ball die Faust zu einem Stein (Centra tu puño en una piedra)
Lo mismo ocurre con la imagen del enemigo creada por los gobernantes para dividir al pueblo. La política y los medios fomentan la islamofobia y el racismo. Los gobernantes se ríen cuando la gente se enfrenta y lucha entre sí en lugar de dirigir el descontento y el odio hacia ellos, la verdadera causa de todos estos problemas. Si formas parte de las masas oprimidas, hay una cosa que nos conecta: el enemigo común: este sistema averiado que nos explota y subyuga. Tenemos un objetivo común: romper por completo este sistema.
Tu televisor te miente, ¡No te dejes engañar!
«Opresión del pueblo
perfectamente estructurada
pero sólo hasta el día de la revuelta»
– Hanybal – Tagesschau (Telediario)
Nos guste o no, la publicidad sobre mierda innecesaria se muestra en todas partes y todos los días en las calles, en el metro o transmitida por radio o televisión. Ya sea el último iPhone, consejos de belleza de modelos anoréxicas, juegos de apuestas o las últimas noticias de famosos. Todo esto nos da la impresión de que, separados de nuestro entorno de clase o de nuestro rango en la sociedad, todos tendríamos los mismos intereses, ya sea el banquero que ve el anuncio en la calle desde la ventana de su oficina en el ático o el trabajador que lo observa cada mañana en su camino a su lugar de trabajo. Lo que aquí intentan ocultar es que los intereses del pueblo siempre están dirigidos a la realidad de sus vidas. EL pueblo oprimido tiene sus propios intereses, que son completamente opuestos a los intereses de los gobernantes y los ricos. No importa si miran las mismas caras en las vallas publicitarias día a día.
La publicidad es solo un ejemplo de muchos. En la televisión nos muestran relaciones difíciles, familias desestructuradas o jóvenes mal educados: tristes y miserables «destinos» de individuos que por un lado se supone que producen compasión y por el otro, nos hacen creer que estamos bien, ya que no están tan jodidos.
Lo que se nos vende aquí como «nuestra cultura» es, en su mayor parte, una mierda intrascendente sin dar explicaciones, o incluso por lo general, con explicaciones falsas. Algunos predican un estilo de vida de dinero, mujeres, drogas y símbolos de estatus; otros cantan sobre cuán tranquila y hermosa es la vida. Los verdaderos problemas que el imperialismo produce, como el sistema de gobierno sobre el pueblo, o bien están completamente ocultos o si son evidentes simplemente se mencionan un poco, pero generalmente se representan como un sufrimiento personal. Así, la raíz de estos problemas se oculta y los intereses reales de las masas se eliminan de cualquier contexto político.
Cuando los problemas sociales relevantes se reinterpretan en destinos individuales, la situación obliga a cada vez más personas a la depresión, la drogadicción y el abuso de productos farmacéuticos, o incluso a suicidarse en el peor de los casos.
«Los padres están fracasando, los valores cambian,
Los críos se prostituyen y se alimentan de drogas»
– Gzuz – Guck mich um (Mírame)
Nuestros «modelos a seguir» son actualmente famosos que sólo conocemos por televisión o internet. En la inmensa mayoría de los casos, la vida de estas personas no tiene nada que ver con la nuestra, sin embargo, debemos identificarnos con ellas.
En lugar de descubrir quién está ganando más dinero, conduciendo el automóvil más caro y teniendo una nueva pareja cada semana, deberíamos preguntarnos quién realmente merece ser visto como un modelo a seguir. Nuestros modelos a seguir deberían ser personas que encarnan y transmiten valores importantes; sinceridad, honestidad, espíritu de lucha y solidaridad, gente a quien debamos algo. Personas que han desafiado y se han enfrentado a los problemas que tenemos, que lucharon y todavía luchan, y que se han ganado nuestro respeto al hacerlo de manera honorable.
¿Quién nos cuenta toda esta mierda y por qué?
«Hacéis política, pero nunca habéis venido aquí abajo,
mirad nuestras caras y observad la chispa de odio,
hacéis política pero teméis salir a nuestras calles
temerosos de que los niños de Alemania os estén esperando»
– DeineLtan – Ihr macht Politik (Hacéis política)
Para entender las conexiones y comprender los intereses respectivos que están detrás de todos estos ejemplos, debemos preguntarnos: ¿Quién nos está contando toda esta basura todos los días y quién intenta incitarnos y manipularnos desde temprana edad?
No hay nada que hablar, son los gobernantes de este sistema. Aquellos que son responsables de la opresión y explotación del pueblo en nuestro país. Pero no solo eso: ellos son los que llevarán a cabo sus intereses en todas partes del planeta con todas las consecuencias. Están atacando e iniciando guerras en todo el mundo en nombre de la RFA y la OTAN en busca de materias primas, rutas comerciales y expansión, mientras saquean, asesinan y violan personas.
Su objetivo es preservar su poder, o sea, explotar y reprimir a una gran parte de la población. Y aparte, ni siquiera permite el resentimiento, pues lucha contra la resistencia o la sofoca en su estado embrionario, cuando ésta toma formas incómodas para el sistema y se vuelve realmente peligroso para él.
Y tal como hemos descrito anteriormente, también intentan modelar los objetivos de la gente. No quieren una juventud autoconsciente, crítica y combativa. No, ellos quieren exactamente lo contrario.
Quieren adictos a las drogas que prefieran ir de fiesta y reprimir sus problemas a través de la intoxicación en lugar de mostrar fortaleza y abordar tales problemas. Quieren egoístas que solo se esfuercen por objetivos personales y no por el bienestar de otros. Quieren personas que se hayan rendido, a quienes no les importe nada porque crean que de todas formas no se puede cambiar nada. Gente llena de autocompasión sentada frente al televisor y comiendo mierda insana. Crean enemistad entre las masas porque quieren ver gente peleándose entre ellos en lugar de progresar reconociendo y rebelándose contra el enemigo común.
Incluso el sistema escolar, cuyo programa educativo es dictado por políticos y comités económicos, medios de comunicación dirigidos por grandes empresas o por la política, que también es la expresión de este sistema económico predatorio. Nosotros lo sabemos: la mierda que se nos vende como valores es el método de nuestros enemigos para mantenernos mantenernos en calma y esclavizarnos con el fin de mantener y consolidar su poder.
¡Pero nunca seremos como ellos quieren que seamos!
¡No creáis las mentiras de los explotadores ni permitáis que os conviertan en víctimas de este sistema!
¡Mantente en forma, defiéndete y lucha!
Nos hemos dado cuenta de que nos están engañando día a día, y sabemos lo felices que se sienten los gobernantes cuando creemos la porquería que nos cuentan los medios, cuando comemos la mierda que nos sirven y cuando nos encontramos con la insatisfacción del consumo de drogas en vez de rebelarnos.
¿Pero es suficiente? ¿Realmente queremos ser las pequeñas ovejas domesticadas que tratan de criar en su sistema inmundo? ¿No te has dado cuenta de que nosotros, la absoluta mayoría de la gente, estamos siendo esclavizados y robados, pero sin hacer nada en contra?
¡Nosotros decimos que no! Y para nosotros, solo hay una manera: nosotros, todos aquellos que experimentamos esta miseria diaria, debemos levantarnos y rebelarnos, debemos luchar y destruir este sistema para juntos construir una nueva sociedad.
¡Nunca hemos recibido nada! Ya sean simples derechos o verdadero progreso social, todo esto ha sido reivindicado con dureza a lo largo de la historia, no por cobardes o egoístas interesados sólo en su propio bienestar ni por gente pasmada ante el televisor que salían de compras o se drogaban.
Entonces, ¿por qué alguien estaría interesado en alguna estrella famosa de la televisión, en su puesto en la lista de éxitos o en su mierda de vida de ricos? Nuestros modelos a seguir son luchadores, personas sencillas como nosotros que no sólo se han acomodado en una sociedad averiada, sino que han demostrado valor y se han rebelado contra la injusticia y la opresión.
Por tanto, debemos aprender de nuestra historia y de la historia de otros países. Dondequiera que el pueblo haya sido explotado y oprimido, también ha habido y sigue habiendo resistencia y una lucha feroz en contra.
No te conviertas en víctima, mantén la mente y el cuerpo en forma. No creas las mentiras que difunden, edúcate y entrénate a ti mismo y junto a los demás. No luches contra tus semejantes creando divisiones por culpa de políticos y medios porque eso es lo que quieren los gobernantes. No estamos unidos por el color de la piel, la nacionalidad o cualquier cosa similar; estamos unidos por la opresión. Jóvenes, trabajadores, estudiantes y alumnos, y sobre todo inmigrantes y mujeres están entre nosotros. Y esta lucha nos une porque ninguno de nosotros aceptará esto sin mediar palabra.
Pero una mente clara, por sí sólo, no es suficiente. Este sistema es fuerte y está bien organizado, y eso es exactamente lo que tenemos que ser nosotros también si queremos luchar contra él y aplastarlo. ¡Ejercita y entrena tu cuerpo! Sus falsos valores, como el egoísmo y la cobardía, deben ser intercambiados por nuestros verdaderos valores. Debemos ser honestos, humildes, rectos y decididos. ¡Muestra valentía, ayuda a los demás y oponte al sistema con orgullo!
No consideramos nuestra la cultura que nos presentan como propia, por tanto debemos usar nuestra propia cultura proletaria y combativa, exhibirla y desarrollarla. Hay suficientes ejemplos de cómo nuestra cultura no es sólo historia en estos días. En nuestra clase tenemos muchos artistas que sienten nuestros problemas con su música y reflejan nuestros objetivos. Grafitis y carteles, así como lemas de odio a los gobernantes adornan las calles de nuestros barrios. Y eso es exactamente lo que debemos fomentar, transferir a otras zonas y continuar avante. ¡Organízate, únete a la Resistencia Juvenil!
Somos muchos y estamos llenos de odio a este sistema.
Reprimir a una horda de cobardes ignorantes es fácil, pero, ¿qué tal controlar a una masa de organizados y decididos luchadores?
No te destruyas a ti mismo, ¡Destruye a tu enemigo!
Vive tranquilo, ¡Lucha con nervio!
Fuente: Jugendwiderstand